La andrología es la rama de la medicina encargada del estudio de la función sexual y reproductiva del hombre. Esto incluye trastornos sexuales (de erección, eyaculación y deseo) y problemas de fertilidad. Por lo tanto, la andrología es una subespecialidad dentro de la urología.
Los problemas más frecuentes que motivan la consulta a un andrólogo son:
Disfunción eréctil masculina
Eyaculación precoz
Esterilidad masculina
Incurvación de pene
Infecciones testiculares
Varicocele
La salud sexual masculina juego un rol importante en la salud general. La disfunción sexual puede ser el primer síntoma de una patología cardíaca de base; así como la infertilidad puede estar relacionada a patologías endocrinológicas o genéticas. Conocer más sobre nuestro organismo, cómo funciona y qué enfermedades pueden afectar son fundamentales para una vida más saludable.
Es un trastorno masculino que se caracteriza por ausencia de espermatozoides en el eyaculado. Esta condición compromete la capacidad reproductiva de forma natural. Representa aproximadamente el 10-15% de los pacientes que consultan por infertilidad.
El diagnóstico: se hace mediante el espermograma, donde se evidencia la falta de espermatozoides. Es necesario confirmarlo con un nuevo espermograma y realizar diferentes estudios para determinar el tipo de azoospermia. Estos incluyen: ecografía doppler testicular, perfil hormonal, cariotipo, resonancia magnética.
Existen dos tipos de azoospermia:
La azoospermia obstructiva se debe a la ausencia de conductos deferentes, inflamaciones o traumatismos, posterior a una vasectomía. El tratamiento puede incluir la biopsia de testículo para obtener espermatozoides o microcirugía para unir los conductos obstruidos (vasovasostomía o epididimovasostomía).
La azoospermia secretora se puede deber a alteraciones testiculares (criptorquidia, paperas, traumatismos), exposición a sustancias tóxicas (fármacos, radioterapia, quimioterapia), factores genéticos, alteraciones hormonales. De ser posible, se puede administrar un tratamiento hormonal para tratar de restaurar la espermatogénesis. En algunos casos se puede optar por la biopsia testicular con el fin de poder encontrar focos de producción de espermatozoides.
La biopsia de testículo es un procedimiento ambulatorio, que se realiza con sedación. Consiste en la extracción de pequeños fragmentos del testículo que se disgregan y se examinan bajo el microscopio en búsqueda de espermatozoides. Estos pueden utilizarse en un tratamiento de fertilidad o criopreservarse para su uso posterior.
La Andropausia es la disminución en los niveles de testosterona que pueden experimentar algunos hombres con la edad.
La testosterona es una hormona masculina producida principalmente en los testículos que cumple diferentes funciones a lo largo de la vida. Durante el desarrollo embrionario, es la responsable del desarrollo de los genitales internos y externos masculinos. En la pubertad, es necesaria para la aparición de los caracteres sexuales secundarios y la maduración espermática. En el adulto, sirve para mantener el metabolismo óseo, masa muscular, hematopoyesis y función sexual.
A partir de los 35-40 años, la producción de testosterona desciende alrededor de 1,2% por año. Esto provoca una serie de síntomas; los más frecuentes incluyen falta de energía, irritabilidad, disminución de la líbido y potencia sexual, problemas de erección, pérdida de fuerza muscular, redistribución grasa, insomnio, fatiga, sofocos, deterioro de la memoria.
El diagnóstico: se realiza mediante un adecuado interrogatorio y un examen físico exhaustivo y se confirma con la medición en sangre de testosterona.
El tratamiento consiste en terapia de reemplazo hormonal con preparados de testosterona por vía transdérmica o inyectables. En caso de deseo de fertilidad, el tratamiento debe realizarse con hormonas (antiestrógenos o gonadotrofinas).
Es importante el diagnóstico certero de dicha patología y el seguimiento estricto de estos pacientes.
El banco de semen permite la criopreservación y el almacenamiento de espermatozoides. Su objetivo principal es mantener la viabilidad y funcionalidad luego de ser sometidos a bajas temperaturas durante un largo período de tiempo.
Consiste en un laboratorio en donde se reciben y procesan las muestras, y una sala de reservorio donde se crió almacenan. Estas instalaciones deben cumplir con medidas de bioseguridad confeccionadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Existen diferentes sistemas de congelación: lento y ultrarápido. Los tanques de almacenamiento utilizan nitrógeno a una temperatura de -196 ºC.
La finalidad es:
Todo paciente, previo a criopreservar, debe realizar estudios de enfermedades infectocontagiosas (VIH, Hepatitis B, Hepatitis C, Sífilis). De esta manera se garantiza la seguridad del resto de las muestras almacenadas.
Hoy en día ha mejorado significativamente la supervivencia de pacientes oncológicos, gracias a esquemas novedosos de quimioterapia y radioterapia. Sin embargo, muchos tratamientos tienen efectos perjudiciales sobre la función gonadal. El desarrollo de técnicas de reproducción asistida y criopreservación de semen han generado nuevas alternativas para estos pacientes. La posibilidad de almacenar semen debe ser ofrecida a todos los hombres que vayan a recibir un tratamiento oncológico (quimioterapia, radioterapia, cirugía) con probable efecto negativo sobre las gónadas.
La criopreservación de semen también brinda la posibilidad de paternidad diferida en pacientes que desean someterse a una vasectomía como método anticonceptivo. Disponer de semen congelado es útil en estos pacientes en el caso que deseen ser padres más adelante, evitando así pasar por una nueva cirugía para obtener semen propio (biopsia de testículo o vasovasostomía).
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